En esta colección de ensayos trato de profundizar en algunas cuestiones relativas a la evolución del patriotismo católico en los inicios del México moderno, tomando en cuenta las presiones de los cambios a través del tiempo en la cultura política nacional y su diferenciada expresión o formulación a nivel regional.
Cronológicamente los temas que destaco son el surgimiento de la nación, los problemas políticos que corresponden a este proceso, y el papel que jugaron los católicos en él durante las cuatro décadas que siguieron a la consumación de la independencia en 1821. Algunas diócesis parecen haber tenido una actitud más optimista ante el cambio y la convicción de que éste al fin y al cabo podía beneficiarlas. Otras, por contraste, temían que el cambio amenazara una frágil paz social y un poder eclesiástico debilitado que sólo podía salir perdiendo. Esta antítesis puede observarse en las diócesis de Guadalajara y Puebla, respectivamente. Si las respuestas eclesiásticas respondían más a linderos regionales que a parámetros nacionales, salta entonces la pregunta de si lo que pesa en primera instancia es lo eclesiástico o lo regional, o bien si debemos estar atentos a una compleja síntesis de los dos. Este libro plantea que la pluralidad territorial de México se refleja en la larga duración a través de la interacción de susceptibilidades no sólo individuales sino regionales con la creación y las crisis de la patria.