De orden suprema: la obra de Guillermo Prieto y la literatura de viajes en México
Este libro gira en torno de una de las obras escritas por don Guillermo Prieto (1818-1897) titulada Viajes de orden suprema (1853-1855) su modelo narrativo, sus dimensiones literaria, histórica e ideológica, la perspectiva desde la que el narrador percibe tanto el espacio narrado como a sí mismo y a los diferentes grupos humanos que lo pueblan, las relaciones establecidas con el lector, la forma en que articula su relato con el proceso de gestación de la identidad nacional y de la nación mexicana durante la primera generación de la Reforma; se la observa, además, como literatura o relato de viajes en su particularidad mexicana e hispanoamericana. Dada la importancia actual de este género, se ofrece un amplio estudio teórico e historiográfico sobre su concepto y desarrollo a través de la exploración de dos dimensiones siempre en estrecha relación: la estructural o sistemática, que postula su existencia a partir de una teoría del discurso literario y la histórica o pragmática, que conduce a constatar su presencia en cierto periodo histórico. El punto de partida es la figura misma del autor y la evaluación general de su obra. Su larga y fecunda vida se condensa en las etapas más significativas que la conforman: de familia privilegiada a integrante de la plebe; joven y exaltado romántico; tenaz combatiente en la milicia y en las letras; hombre de acción política con responsabilidades de secretario de Estado e incesantes tareas legislativas; orador contundente; patrocinador teórico y práctico de la incipiente literatura mexicana; escritor polifacético; cantor popular; poseedor de un permanente sentido humorístico y lúdico en una sociedad rigurosa; des-terrado tanto por errores corno por aciertos; poeta nacional; patriarca venerable; en fin, generador y persistente constructor del pensamiento liberal y del orden constitucional. Los géneros literarios cultivados por Prieto tuvieron el objetivo común de apoyar un proyecto de nación, pero se perfilan como sus preferidos para alcanzar tal fin los cuadros de costumbres, las memorias, los poemas de corte popular y la literatura de viajes que de alguna manera incluye los ya mencionados. Muchas veces injustamente ignorada o considerada como un género menor, la literatura de viajes no sólo abrió una ventana a las realidades políticas, económicas, sociales y culturales del país, sino que contribuyó a la formación de los imaginarios culturales y territoriales que alimentan el sentido y el sentimiento de nación, así como el surgimiento de una identidad nacional.