En esta obra, el autor expone y analiza la manera en que el filósofo y matemático Willard Van Orman Quine (I908-) resuelve el problema de la aceptación de una ontología abstracta en el cuadro del empirismo, en contraste o por oposición, pero también en continuidad, con los trabajos de Rudolf Carnap (1891-1970), filósofo neopositivista del Círculo de Viena.
El rechazo de la solución carnapiana obligaría a plantear el problema ontológico desde el principio. Tres cuestiones surgen de nuevo: ¿De qué objetos es necesario reconocer la existencia cuando, en el marco de un sistema lingüístico, se sostiene una teoría determinada? ¿Qué géneros de objetos son necesarios para la constitución de la ciencia contemporánea? ¿Cómo el empirista puede aceptar la existencia de estos objetos sin renunciar a sus principios filosóficos? Eso supone la respuesta a una última cuestión: ¿Qué es un objeto?
El objetivo de este estudio será entonces, primeramente, esbozar la solución de Carnap al problema de las entidades abstractas en el seno del empirismo, y examinar después las críticas que Quine le ha dirigido a este respecto para, finalmente, explorar las respuestas que aporta Quine a las cuatro cuestiones anteriores.